El Fantasma del Poder: La Historia del Maximato en México

01 Jul 2024
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Ann

México, un país forjado en el crisol de la Revolución, cargando sobre sus hombros el peso de un pasado turbulento, pero también la esperanza de un futuro prometedor. Tras años de lucha, la sangre derramada parecía encontrar un cauce en la institucionalización del país. Sin embargo, la historia, caprichosa como siempre, tenía preparado un nuevo capítulo: el Maximato. Un periodo que, como un eco fantasmal, resonaría en los cimientos del México moderno.

Imaginen un país que, tras una revolución, busca consolidar su identidad. Un país sediento de paz y estabilidad, pero también vulnerable a las ambiciones de poder. En ese contexto se desarrolla la historia del Maximato, un periodo que, a pesar de su aparente brevedad (1928-1934), dejó una huella imborrable en el devenir político y social de México. Un periodo donde, tras la cortina de un gobierno aparentemente democrático, se escondía la figura omnipresente de Plutarco Elías Calles, el "Jefe Máximo".

Para comprender el Maximato, debemos adentrarnos en los años posteriores a la Revolución Mexicana. La muerte del presidente electo Álvaro Obregón en 1928, víctima de un magnicidio, dejó un vacío de poder que sería aprovechado por Calles. Obregón, antiguo compañero de armas y figura clave en la derrota del villismo, representaba la facción más moderada de la Revolución. Su asesinato truncó no solo una vida, sino también la posibilidad de una transición pacífica y democrática.

Calles, general revolucionario y presidente de México de 1924 a 1928, supo capitalizar la crisis. Valiéndose de su influencia en el Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecedente del actual PRI, logró colocar en la presidencia a una serie de hombres de su confianza: Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez. Estos presidentes, conocidos como "títeres" o "peleles", gobernaron bajo la sombra de Calles, quien desde su posición como "Jefe Máximo" controlaba los hilos del poder detrás del trono.

El Maximato, lejos de ser un periodo de estabilidad, se vio marcado por la violencia política, la corrupción y la represión. Calles, influenciado por un anticlericalismo radical, desató una persecución religiosa que desembocó en la llamada Guerra Cristera. Esta guerra civil, que enfrentó al gobierno con grupos católicos armados, dejó un saldo de miles de muertos y ahondó las divisiones sociales en el país. A pesar del costo humano y social, la Guerra Cristera permitió a Calles consolidar su poder y controlar a la Iglesia Católica, a la que consideraba un obstáculo para la modernización del país.

Ventajas y Desventajas del Maximato

Ventajas	Desventajas
Cierto grado de estabilidad política tras la Revolución.	Autoritarismo y falta de democracia real.
Impulso a la educación y la cultura.	Represión política y social, especialmente hacia la Iglesia Católica.
Modernización de la infraestructura del país.	Corrupción generalizada y enriquecimiento de la élite política.

El legado del Maximato es complejo y contradictorio. Si bien es cierto que durante este periodo se sentaron las bases del Estado mexicano moderno, también lo es que se hizo a costa de la democracia y la libertad. La figura de Calles, como la de tantos otros líderes revolucionarios, se debate entre la luz de sus logros y la sombra de sus excesos. El Maximato, como un eco del pasado, nos recuerda la fragilidad de las instituciones y la importancia de la participación ciudadana en la construcción de un futuro más justo y democrático.

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