¡Estirar las piernas en la oficina! Ejercicios para no ser un mueble más

20 Jun 2024
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Ann

¿Ocho horas pegado a la silla? ¡Socorro! Si tu jornada laboral se parece más a un maratón de Netflix en modo quietud, es hora de que te muevas. Y no, no estamos hablando de ir por el tercer café de la mañana. Te presentamos una serie de ejercicios para hacer sentada en la oficina que te convertirán en el rey o la reina del fitness laboral.

Vale, puede que "fitness laboral" suene a oxímoron, pero la realidad es que pasar tanto tiempo sentado puede pasar factura a tu salud. Dolores de espalda, cuello rígido, y esa sensación de que tus piernas han decidido fusionarse con la silla... ¿Te suena? Pues no te resignes a una vida de oficina sedentaria.

La idea de hacer ejercicio en la oficina no es nueva. Ya en la época de nuestras abuelas, cuando las máquinas de escribir eran las reinas del cotarro, existían recomendaciones para evitar los dolores de muñeca y mejorar la postura. Lo que ha cambiado, eso sí, es la intensidad del sedentarismo. Ahora, con los ordenadores y los móviles, nos movemos menos que un perezoso en época de lluvias.

Pero no te preocupes, que no cunda el pánico. Incorporar movimiento a tu rutina laboral es más fácil de lo que piensas. Y no, no necesitas convertir tu puesto de trabajo en un gimnasio improvisado ni ponerte a hacer zumba entre informes. Con pequeños ejercicios, discretos y efectivos, puedes combatir el sedentarismo y sentirte mejor al final del día.

Estos ejercicios no solo te ayudarán a prevenir dolores y lesiones, sino que también mejorarán tu circulación, concentración y energía. Imagina: decir adiós a la fatiga de media tarde, tener más foco para terminar esa presentación importante y, de paso, quemar algunas calorías extra. Suena a un buen trato, ¿verdad?

Ventajas y desventajas de los ejercicios de oficina

Claro, como todo en la vida, los ejercicios de oficina tienen sus pros y sus contras. Vamos a verlos:

Ventajas	Desventajas
Combate el sedentarismo	Puede ser difícil encontrar el tiempo
Mejora la salud física y mental	Requiere constancia y disciplina
Previene dolores y lesiones	No es un sustituto del ejercicio regular
Aumenta la energía y concentración	Puede resultar incómodo para algunos al principio

Como puedes ver, las ventajas superan con creces a las desventajas. Con un poco de organización y voluntad, puedes convertir tu oficina en un espacio más saludable y activo.

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Aquí tienes cinco consejos para incorporar ejercicios en tu jornada laboral:

Empieza poco a poco: No quieras hacerlo todo el primer día. Comienza con 5-10 minutos al día e incrementa el tiempo gradualmente.
Establece una rutina: Fija un horario específico para tus ejercicios de oficina. Por ejemplo, puedes hacerlos durante tu pausa para el café o después de la comida.
Sé constante: La clave del éxito está en la constancia. Intenta hacer ejercicio al menos 3-4 veces por semana.
Escucha a tu cuerpo: No te esfuerces demasiado. Si sientes dolor, detén el ejercicio y consulta con un profesional de la salud.
¡Diviértete! Elige ejercicios que te gusten y que te motiven a seguir moviéndote.

Recuerda, la idea es incorporar el movimiento en tu rutina diaria de forma fácil y sostenible. No se trata de convertirte en un atleta olímpico de la noche a la mañana, sino de sentirte mejor y más activo en tu día a día. Así que, ¡arriba esas piernas! (o al menos, muévelas un poco debajo de la mesa).

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